Alberto Pino Gil, nace en Salamina, Caldas, un 24 de julio de 1918, en un hogar muy pobre. Su padre, Francisco Pino González era de Palmira, se dedicaba a la manufactura de habanos artesanales y jugar a los dados; actividades que hicieron parte del proceso productivo, heredado de sus raíces africanas. Su madre Bárbara Rosa Gil Tabares, oriunda de Sonsón Antioquia, era de ojos azules y piel blanca, a diferencia del abuelo Francisco; un negro que solo escuchaba la música de Gardel.



A causa de las dificultades económicas, vivieron en Caldas y Valle del Cauca, siempre en alquiler y en precarias condiciones. Alberto fue el primogénito de una familia de 5 hijos, Armando, Arturo, Lilia y Adelma.
A la edad de siete años participó en un concurso organizado por la Transmisora Caldas en la plaza de Manizales en la que dibujó la catedral de Buga y ganó. Su dibujo fue publicado en el periódico local, La Patria.

Su madre murió dejándolos muy pequeños y Pino tuvo que asumir el trabajo de vendedor de periódicos para poder estudiar en la noche.

Desde pequeño Pino mostró grandes dotes para la pintura, que empezó a desarrollar de manera empírica, haciendo retratos a sus hermanos y conocidos. En la escuela pública “Rufino Cuervo”, el profesor Enrique Berrio lo alentaba hacia la practica de la pintura, desde ese momento ya ayudaba con los dibujos de fichas temáticas para la enseñanza de las asignaturas de Primaria.


Al tiempo que hacia su bachillerato en el Instituto universitario de Caldas, Pino estudiaba en las noches, en la escuela de bellas artes de Manizales. La escuela funcionaba en una bodega donde ahora funciona, La Patria.

En este espacio se reunían los primeros intelectuales caldenses para compartir sus trabajos sobre pintura, poesía, escultura y cuenteria entre otros expresiones artísticas. Allí se codeo con figuras representativos del arte como: Hernán Merino (Ilustrador), Guillermo Valencia (Valec), Guillermo Botero…

Pino continua en la búsqueda de sus sueños y la superación de obstáculos y es por esto que decide venir a Bogotá. Llega a la capital en el año 36, con su caja de pinturas y una carta de su maestro Gonzalo Quintero para el director Ignacio Gómez Jaramillo, con la intención de estudiar en la escuela de bellas artes. El director se encontraba fuera del país y había dejado a cargo al caricaturista Adolfo Samper, que al encontrarse con Pino, le recomendó dedicarse a un trabajo más lucrativo.

Ante esta situación, Pino recurre a un amigo de su padre, el Poeta Luis Vidales quien solicita a Samper mediante una nota que le permita el ingreso a la escuela. Allí tuvo como maestros al escultor José Domingo Rodríguez, a León Cano, Miguel Díaz Vargas y a Domingo Moreno Otero, este ultimo de escuela madrileña.

En las aulas se destacó por su agilidad para elaborar sus dibujos, esta habilidad la aprendió siendo discípulo del pintor chileno Roko Majasic, en Manizales, quien consideraba que el dibujante debería ser diestro y hábil con la mano, elaborando la mayor cantidad de dibujos en el menor tiempo, con el propósito de lograr el mejor dibujo y optimizar todos los recursos.

Cuando regresa Gómez Jaramillo, el director de la escuela de Bellas rtes, Pino presentó la evaluación clasificatoria para ubicarlo de acuerdo a su nivel, teniendo un resultado destacado por el cual fue asignado al nivel tres, equivalente al sexto semestre.


Su destacado trabajo tuvo reconocimiento en la beca que le fue otorgada por la escuela para continuar sus estudios. Aquí tuvo como compañeros a Miguel Sopó, Rodrigo Arenas Betancourt, María Teresa Cerda, Jorge Ruiz y Manuel Rodríguez.

Pino aprovecho al máximo su beca, al lograr ser maestro de dibujo especializado en pintura mural en tan solo tres años de los seis que normalmente se tardaría cualquier alumno.


Desde el 41 trabajó en la Normal de Señoritas donde duró 2 años y conoce a la santandereana caucásica María de Carmen Fajardo, con quien tendría siete hijos: Julián, Francisco, Alberto,
Germán, Juan, Horacio y Guillermo.



Autorretrato (1949)



Retrato a hermano menor (1926)
Trabajos inéditos en la escuela de Santa Clara